Aquí es donde vivía cuando llegué a Madrid desde Londres. Era un pequeñísimo estudio (apenas 20 m2) pero me enamoré de él en cuanto lo ví. Tenía una fantástica terraza con unas vistas increíbles, ya que era un 12º piso (incluso se veía la sierra desde allí) y entraba esa luz cálida de la tarde que le daba una atmósfera única. Debido a las limitaciones del tamaño, decidí que lo mejor era darle un aire de habitación de hotel, crear un espacio confortable pero básico a la vez, lujo a pequeña escala. Conseguí convertirlo en un lugar acogedor y nada agobiante, utilizando exclusivamente tonos blancos, manteniendo muebles y objetos decorativos al mínimo, y lo que es más importante en estos casos: siendo realmente organizado y ordenado.
This is where I used to live when I landed in Madrid from London. It was a tiny self-contained studio flat (barely 20 m2) but I felt in love with it the minute I saw it. It had a great open balcony, from where the view was amazing as it was a 12th floor (you could even see the mountains from there) and you got all the warm rays of the late afternoon sun, which gave a charming atmosphere. Due to the size limitations, I decided it would be a good idea to give it a hotel room feeling, creating a confortable but basic space at the same time, luxury at small scale. I managed to make it really cosy and not look cluttered, by sticking to whites, keeping furniture and decorative objects to the minimum, and which is more important in this cases: being really organized and tidy.
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